Las primeras emociones que debes enseñarle a tu hijo están determinadas por cuales son las más fáciles de comprender a corta edad. Alegría, tristeza, asco, ira y miedo; son las iniciales en definitiva, aquí te decimos la razón.
Las emociones son ese componente que distingue a los seres humanos de los animales. Las mismas ayudan a que podamos aprender de nuestras experiencias y reaccionemos a las diferentes situaciones de la vida. Por esta razones enseñar a nuestros hijos a identificarlas desde muy pequeño es de gran importancia.
Lo más importante es que no existen emociones buenas o malas, cada una de ellas tiene su valor, son necesarias debido a que cada una cumple una función en el organismo. Por ello es fundamental entender que no hay que reprimirlas, sino más bien que se las debe aceptar y conocer. Aquí te contamos las que son más fáciles de comprender y que pueden ser manejadas por los pequeños, si se los guía correctamente.
Emociones que debes enseñarle a tu hijo: Miedo
El miedo es una de las primeras emociones que manifiestan los niños. La misma aparece durante los primeros meses de vida, siendo el mayor de ellos el quedarse sin la protección de su madre o de sus seres más cercanos. Es una respuesta de alarma ante el peligro, sin importar que sea real o solo parte de su imaginación.
Es fundamental que los niños entiendan que esta emoción los ayuda a ser precavidos. La idea no es que sientan miedo por todo lo que los rodea, sino que aprendan sobre lo que es realmente peligroso para ellos. Igualmente es importante que entiendan que pueden superar sus miedos, lo que es un arma muy poderosa a lo largo de su desarrollo.
Emociones básicas: el asco
El asco o desagrado es la aversión ante algo que el pequeño considera desagradable. Es una emoción muy importante, ya que demuestra que es lo que le gusta y que no. De esta forma aprende a alejarse cuando algo es repulsivo o de poco interés para ellos.
La tristeza, aprender sobre las emociones
Muchos consideran la tristeza una emoción negativa, cuando en realidad es una de las más importantes. La misma nos permite aprender más sobre los sentimientos en general y es la que motiva a hacerle frente a lo que ha generado dicha emoción.
Enseñar a tu hijo sobre la tristeza es una forma de asegurarte de que cuando la sientan busquen la ayuda de los demás. Por otro lado es significativo que, como padres, busquemos transformar esta emoción en alegría, para que más adelante la misma no se haga más profunda. Es primordial que los niños vivan esta emoción, no les de vergüenza expresarla, que busquen ayuda cuando lo requieran, piensen al respecto y finalmente la superen para darle paso a otros sentimientos.
Emociones principales: La ira
La ira se puede definir como el enfado, molestia o rabia que se siente ante una situación determinada. Esta emoción sirve para defendernos, evitar daños hacia nuestro ser o buscar una solución a aquello que nos afecte.
En los niños es una de las primeras emociones que debe aprender a manejarse debido a que es muy común. Incluso es la que se expresa en su mayoría cuando no sienten el deseo de hacer algo o han tenido un mal comportamiento. Por ello se debe enseñar a identificarla y a que la expresen sin lastimar a nadie, ni dañarse a ellos mismos.
La alegría, el icono de la infancia
La alegría es el sentimiento que se considera más importante, erróneamente porque en realidad todos los son. Es considerada el motor en la vida de los niños, pero debemos entender que es imposible que el niño pase todos sus días expresando únicamente este sentimiento.
Por ello es transcendental que ellos aprendan a identificar cuando la sienten de forma plena y como pueden lograr que la misma se repita a lo largo de su vida.
Las primeras emociones que debes enseñarle a tu hijo son la alegría, tristeza, ira, miedo y asco; pero hay muchas más. Es fundamental que los acompañes en cada una de sus etapas y que él sienta siempre que cada uno de sus sentimientos será escuchado en todo momento.